miércoles, 22 de septiembre de 2010

Utilidad general del asunto

Buenas. Soy Katakraos, varón, heterosexual, soltero, 32 años. Pajillero, como todos los que escriben en este blog.

Hoy vamos a contaros para que sirve esto de hacerse pajas, o masturbarse, o como lo queráis llamar.

1. "Una paja y a la cama":
La pajilla utilizada como somnífero. Tradición que se remonta al tiempo de los romanos, en el que ya empezaba a haber estress y aún no se había inventado el valium. Por lo tanto, cuando las preocupaciones no le dejaban dormir, el romano medio recurría a los tocamientos. Vamos, que echar un caliqueño también relaja, pero exige mayor gasto de energía, y a veces, no se está para muchos trotes...

En el caso del César, no se las hacía, siempre se las hacían, que para algo era el César.

Y sí, era una de las pocas ocasiones en las que el César dejaba que le tocaran los cojones.

2. "Una pajilla, una sonrisa"

Ha sido un día de mierda. Pero de mierda. Has perdido tu trabajo, tu pareja te ha dejado, la persona con la que le ibas a poner los cuernos ha resultado ser un skrull, han subido el billete de autobús, has discutido con tus padres, te han suspendido seis asignaturas y todavía son las once de la mañana.

Te mereces un respiro.

En serio, te lo has ganado.

Es el momento de dirigirse al cuarto de baño, o al rincón donde tengas intimidad y tranquilidad, y dedicarse a uno mismo esos momentos de autoamor y placer.

No lo solucionará, pero lo verás todo como con mejor humor.

Eso sí, en medio de una crisis de esas de "actúa ya" no es el mejor momento para dedicarse a pelársela como un mono, es preferible esperar a que la crisis inmediata haya pasado. No veas el mal efecto que haría un militar cascándosela en la junta de guerra mientras viene el meteorito sólo por rebajar la tensión.

Que luego se queda todo perdido, hombre por Dios...

3. "Tengo los huevos llenos de amor"

Un clásico. Un auténtico hit de las pistas de baile. Una constante del género masculino.

Una putada, oiga.

El caso es que, a veces, no puedes más. A veces necesitas darte a otra persona. A veces, necesitas derramar tu amor y toda clase de parabienes.

Lo que se dice meterla en caliente, vamos.

Pero... resulta que hay motivos y circunstancias que lo impiden. Puede ser que no tengas pareja, ya sea estable u ocasional, que hoy no sea día de salir y cazar, o que simplemente no tengas tiempo.

Y, sin embargo, has de dejar salir de ti lo mejor de ti mismo, y estar en paz con tu espíritu y tu naturaleza.

Es decir, que hay que sanear un poco las cañerías. Por eso del mantenimiento, ya sabéis.

Sep, es medicinal y todo.

4. Otras

Nos dejamos en el tintero otras aplicaciones, como la de donar esperma, pero las dejaremos para otro futuro post.

Con esto, les dejamos hasta otro día.

Y cásquesenla si les apetece, y si no, no, que aquí no pasamos lista.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Y las chicas ¿que? -masturbación femenina-

Como mis compañeros, yo también aprovecho este primer post para presentarme y contar un par de cosas sobre mí.

Me llamo Mar, tengo 24 años y soy bisexual; salí del armario a los 12, perdí la virginidad con una mujer a los 13, me acosté con mi primer chico a los 15 y no recuerdo un momento de mi vida en el que no me haya masturbado.
Siempre me he considerado una persona liberal, y en ningún momento de mi existencia he sufrido crisis espiritual alguna ni con el onanismo, ni con la bisexualidad, ni con el sexo en general.

Pero me sigue sorprendiendo hablar con amigas que niegan masturbarse, hacen el amor con la luz apagada y sienten autentica adversión por el sexo oral.
Y pensando en “de qué demonios puedo hablar yo” surgió esta idea: Y las chicas ¿Qué?
O sea, en serio, pensadlo.
Todo el mundo sabe como un tío se hace una paja, es fácil y hasta de lógica, pero el caso contrario no se puede decir con tanta seguridad, con la voz tan alta: ¡sí! ¡Sé cómo se masturban las tías!

Hay mitos, leyendas, se oyen voces…pues yo en una peli porno vi…pues se meten los dedos…pues con el chorro de la ducha…pero que la vagina es insensible…pero que es el clítoris…el punto G ¿y eso existe?...las tías no hacen esas cosas…con la flauta dulce del colegio…

La masturbación para una mujer reside sobretodo en su cabeza. Así como los hombres son seres extremadamente visuales la masturbación femenina requiere de un calentamiento mental previo, de una fantasía (repetida o nueva) que ellas mismas construyen.

Eso de base.

Luego la parte física. Las formas físicas que una mujer tiene para masturbarse son muchas (con juguetes, con el chorro de la ducha, con las piernas abiertas ya sea bocarriba o bocabajo o fuertemente cerradas, frotándose con una almohada o peluche, o incluso algunas sin tocarse siquiera.

Pese a existir tantas formas de hacerlo las mujeres en general se quedan con una o dos ya que unos tipos funciona mejor en unos cuerpos que en otros.
Sin embargo hay una cosa en común: el clítoris.
En la masturbación, algunas chicas se introducen los dedos y otras no, pero no hay orgasmo sin clítoris. Incluso aquellas chicas que dicen que tienen el orgasmo cuando las penetran deberían tener claro que sin el roce existente ya se podrían pudrir metiendo y sacando.

Y ahora viene la pregunta, LA PREGUNTA que a tantos primerizos y primerizas asusta. Clítoris ¿Qué cuernos hago yo con esto? Se aprieta, so frota, se toca; ¿se frota de arriba abajo? ¿En circulo? ¿Cómo sé si aprieto mucho? Vayamos por partes.
Ya de entrada si la que se está masturbando eres tú, tú has de tenerlo claro. No solo por ti, sino también para tener claro tu ritmo, lo que te gusta y COMO te gusta y que es lo que no te gusta, lo que te hace daño, o simplemente lo que te deja indiferente (toda mujer ha tenido alguna relación sexual en la vida en la que ha estado a punto de agradecer el masaje al fulano en concreto antes de dormirse), situaciones que son de evitar.

Hay mujeres que lo acarician de arriba abajo, de tras hacia adelante, en círculos… y sobre ti recae la responsabilidad de saberlo, de conocer tu cuerpo al milímetro, porque el caso contrario te llevará a tener una vida sexual menos plena. Si tú sabes lo que te gusta puedes enseñárselo a tu pareja sin vergüenzas, porque todas las mujeres somos distintas, y la persona con la que estás se sentirá bien si se ve capaz de hacerte disfrutar. Muchas mujeres se quejan de que fingen los orgasmos y en mi opinión si a la semana de acostaros tu pareja no te sabe llevar al orgasmo es porque no te conoce todavía, pero si sigue sin saberlo a los seis meses la culpa es tuya que no le enseñas y encima le engañas.

Y si te ha tocado la papeleta de masturbar a una chica (o una chica que no seas tú) simplemente háblale, pregunta mientras la tocas, deja que te guie la mano y presta atención. No intentes forzar nada, y si te dice que algo no funciona es que no funciona con ella, no lo rechaces para futuras relaciones porque a otra chica podría gustarle.

Y me parece que ya me he enrollado demasiado en el tema. Os dejo de momento pero vosotros, chicos, recordad siempre que las chicas tienen un mayor grado de sensibilidad en la piel, acariciadlas mucho y mimadlas y chicas, recordad que los chicos son visuales; quieren veros, necesitan veros y ¡Qué carajo! Sois sus novias/rollos/follamigas porque les gustáis. Encendedles alguna luz y no tengáis vergüenza.

Trivia: la palabra Onanismo viene de Onán, que siguiendo la ley judía se casó con la viuda de su hermano mayor. Eyaculaba fuera de ella para evitar embarazarla y que el futuro bebe le robase derechos de primigenia.

martes, 14 de septiembre de 2010

Seis cosas que quizá piensas de las pajas y que no son verdad

Me presento ante todo; soy Monroe, hombre, hetero, 28 años. En relación estable y conviviendo con Megachix, otra de las colaboradoras del blog.

Para arrancar mis colaboraciones a LCLLCLM, voy a empezar por abajo, por revisar unas cuantas observaciones respecto a la percepción que muchos adolescentes, yo incluido durante determinados momentos de mi vida, tienen en lo referente a masturbarse, que además resuenan como posibles razones por las que uno querría dejar de hacerlo. Mi perspectiva es la masculina, obviamente, y también la atea, pero eso lo dejaremos para otro dia, por lo que espero ser capaz de contenerme en lo referente a la iglesia, la Biblia y el sexo. Escribo este artículo con la esperanza de que sirva para algo a chavales no necesariamente religiosos.

Y con la decepción que supone el verme a mi mismo explicando esto en pleno 2010.

1.- Es propio de la juventud

Si estás pensando en la abstinencia, déjame advertirte una cosa en la que tal vez no hayas pensado; dejar de masturbarte será una tarea que tengas que llevar a cabo durante, que se yo, cuarenta años, cincuenta o toda tu vida. No puedo asegurar cómo estará la cosa cuando cumpla 40 o 50, pero sí puedo asegurar que a mis 30 lo único que ha cambiado desde los 15 son dos cosas, mis circunstancias personales y mi forma de entender el sexo. Pero creeme, las ganas no menguan, en todo caso crecen. De modo que si eres un adolescente preocupado porque estás haciendo lo que te han hecho creer que son "cosas de adolescentes" y crees que al entrar en la vida adulta todo será más fácil, siento decirte que estás patéticamente equivocado.

Si cada vez que "caes" te sientes culpable, vete preparando para los próximos 15 años de culpabilidad, amigo.

2.- Eres el único / el que más lo hace

No. En serio.

He estado ahí, ¿vale? Lo sé. Sé lo que es pensar que eres el único de tu clase que no folla, el único que tiene caspa o el único que se toca más de "una o dos veces a la semana". Créeme, digan lo que digan tus compañeros o amigos, aquí el que menos se la menea la tiene roja. Por supuesto que piensas que lo haces demasiado, estás en la edad de ser inseguro en todo y parecer seguro de todo. Si te masturbases la mitad o el doble, pensarías de todas formas que es demasiado.

No lo es. Todo el mundo lo hace, algunos más y otros menos que tú. No es una cuestión de cantidad, es una cuestión de libertad. Pero ya hablaremos de eso con más profundidad otro día. El concepto interesante aquí y ahora es que sí, todo el mundo lo hace. Tus padres, tus tíos, tus amigos, el señor que vende el pan, el párroco, los vecinos...

3.- Es denigrante para otras personas

En mi vida, ha surgido la oportunidad y he tenido la suficiente confianza en varias ocasiones de decirle a varias chicas que me he masturbado en alguna ocasión pensando en ellas. Algunas eran mi pareja en aquel momento, y otras eran simplemente buenas o muy buenas amigas. Tras la reacción inicial, que ha dependido en cada ocasión de mi relación con ellas y del contexto de la conversación, indefectiblemente, todas se han sentido en último término halagadas. No eres un monstruo ni una mala persona, y ni las chicas a tu alrededor ni Pilar Rubio te culparían si pensasen en ello.

¿Qué decir del porno? Hace ya mucho, mucho tiempo que no es esa industria oscura y peligrosa de mafiosos, trata de blancas y chicas obligadas a hacer cosas que no quieren que nunca fue realmente y posiblemente te imaginas. Es un negocio legítimo y bastante lucrativo del que viven muchas familias honradas, y no veo por qué Jenna Haze haciendo de la canguro cachonda de tus hijos es más denigrante para una mujer o para la mujer que Julia Roberts haciendo de Vivian Ward.

4.- Es físicamente dañino

Los mitos son muchos. Que te quedas ciego, que te quedas tonto, que perjudicas tus propias posibilidades de procrear en el futuro, que a partir de tres en un día empiezas a matar neuronas como en un coma etílico...

Mentiras, mentiras y mentiras. No existe ni una sola prueba científica que avale un solo perjuicio físico que uno se pueda ocasionar masturbándose, salvos sean dos postulados; a) NADA es bueno ni en exceso ni cuando pierdes el control, y b) si te aciertas en el ojo, bueno lo que se dice bueno no es.

Más al contrario, sea que crees que Dios creó al ser humano o que la evolución creó al ser humano, lo innegable es que el ser humano fue creado para procrear a partir de la pubertad, y con el deseo constante como herramienta de perpetuación genética. Creas o no que es algo impuro, la ciencia está ahí; produces espermatozoides sin interrupción, todo el tiempo, a un ritmo básicamente constante, y el lugar al que va a parar tiene un espacio limitado. Sólo existen tres formas de expulsarlo para dejar espacio para más; el sexo, la masturbación o la emisión nocturna. De nuevo, esto es así tanto para tí como para el charcutero como para el cura; sucede y punto.

A falta de sexo, privarse a uno mismo del alivio que supone la masturbación, dejando la emisión nocturna como única opción, es ir en contra del propio cuerpo (y de tu madre que te limpia la ropa), no muy diferente de decidir no orinar hasta que terminas meándote encima. Es sencillamente antinatural, y el cuerpo reacciona en tu contra; numerosos estudios han demostrado una relación directa entre la abstinencia sexual y el nivel general de agresividad. Maldita sea, cualquiera con una vida sexual activa se da cuenta de que está insoportable en cuanto lleva algo más de lo acostumbrado sin pillar.

5.- Lo haces porque eres triste, solitario, amargado o egoísta

También falso, pero quizá el más comprensible, dado que en muchísimas ocasiones se debe a una simple reacción química.

Hacerte pajas tiene el efecto usual que cualquier tipo de clímax sexual tiene en el ser humano; un estado de relajación total diseñado para recompensarte y hacerte recordar que "esto es bueno". El problema es que si uno está haciendo algo que uno mismo considera furtivo, ilegítimo o malicioso, es muy fácil confundir esa sensación de relajación con un sentimiento de vacío, o incluso de culpabilidad. A partir de ahí, es una cuesta abajo.

Si no tienes amigos o estás amargado es porque eres insoportable, no te gusta la gente o sencillamente hueles mal, yo que se. Pero echarle la culpa a tu costumbre de hacerte una pajilla antes de dormir es a) mentira y b) un acto extremadamente cobarde. Tras masturbarte estás en tu momento más débil, y atacarte en él es como quitarle un caramelo a un niño, un acto de crueldad injustificada que no llevarías a cabo si te hubieran educado correctamente. Enfréntate a lo que quiera que te hace ser un repelente cansamonos y no le eches la culpa a algo perfectamente natural que la gente feliz también hace.

6.- Es malo o vergonzoso de por sí

Al final, el principal problema de todo esto es que nos han educado así, directa e indirectamente. A tí, a mí y a todos.

Nunca nadie nos ha dicho directa y sencillamente que masturbarse sea malo, y sin embargo, mientras no somos independientes (y en según qué casos, cuando lo somos también) todos lo hacemos a escondidas, sabiendo instintivamente que no queremos que otras personas nos vean o siquiera sepan qué es lo que estamos haciendo. ¿Alguna vez te has preguntado por qué?

Yo creo que la explicación a este fenómeno es muy sencilla; como todos los actos íntimos, tocarnos nos hace sentir vulnerables, y vivimos en una cultura en la que la debilidad se castiga. En último término, por eso es un tabú, por eso muchos no admiten hacerlo, por eso existen religiones que lo condenan (no puedes condenar el cagar, es demasiado imposible, pero esto está en el punto justo de imposibilidad) y por eso si en el instituto corre siquiera el rumor de que existe un testigo de que una vez te hiciste una paja, serás "El Pajillero" hasta tercero de carrera. Por eso tus padres no quieren pillarte haciéndolo, y por eso tú no quieres que te pillen. Tristemente, al responder a una necesidad perfectamente natural nos sentimos en cierto modo débiles y vulnerables. Es cuando logras superar, aunque sea un poco, ese hecho, cuando eres realmente libre. No poder pasar diez minutos solo sin meneartela o imponerte un fracaso cada vez que lo haces son sólo dos formas diferentes de estar esclavizado por tí mismo.

Trivia; la autoexploración, incluida una forma instintiva y simple de masturbación, es muy común entre niños de 3 a 6 años.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El dilema

Aprovecho el que será el primer post del blog tras el manifiesto, y también mi primer post, para presentarme... Soy Trigork, tengo 18 años, acabo de entrar a la universidad, soy ateo y represento el limite mas bajo (en cuanto a edad se refiere) de los colaboradores de este nuestro blog.

Por supuesto mis ideas coinciden completamente con las del resto, si no no estaría aquí, pero el punto de vista de un post-adolescente siempre viene bien en estos casos, ya sabemos por qué...

Bueno, siendo fiel al titulo del post quería compartir un dilema que yo tuve, por supuesto, relacionado con la masturbación hace ya casi dos años: Tener novia siendo adolescente y masturbarse.

Un día hablando con mi circulo de amigos habiendo salido a dar una vuelta salió el tema. Hasta entonces yo no me había sentido nunca culpable por meneármela, pero ellos concluían que tocarte mientras estabas en una relación no era bueno y menos si era pensando en cosas que no fuera la muchacha (o el muchacho) en si. En mi caso creo que era por inercia, el amor no te quita las ganas, tonterías las justas.

Ah.. Gelbooru, inercia, os digo.

Pues bien de repente empece a planteármelo, al principio, como dije me sentí culpable, infiel de algún modo... Cuando me tocaba no lo hacia siempre pensando en ella y eso empezó a preocuparme a la larga. Incluso me plantee el dejar de hacerlo.

Pero luego empece a tomar otros puntos de vista, yo de aquella tenia 16, mi novia, dos años mas pequeña que yo; 14. Siempre he tenido "el monstruo de la edad" metido en la cabeza y yo no me veía en posición, por muchas ganas que yo tuviese, de tirármela. Preferí hablarlo con mi novia y que ella diese el primer paso cuando estuviese lista. Ese paso no llegaba. Pasaba el tiempo y no llegaba.

Entonces fue cuando realmente me di cuenta de que no habia nada malo en frotarme si realmente mi pareja no lo hacia, al fin y al cabo; hay momentos de necesidad, si no los suple otra persona creo que no pasa nada por suplirte tu mismo.

El momento no llegó nunca y a día de hoy me alegro de haber abierto los ojos y no haber cometido el error de dejarlo por una supuesta fidelidad ficticia.

Creo que el punto de vista habría sido distinto si realmente mi novia y yo lo hubiésemos hecho. Pero eso me hizo reafirmarme en mi decisión: si eso hubiese pasado, yo no habría tenido la necesidad de tocarme.

La conclusión a la que llegué tras plantearme el dilema fue reafirmarme aun mas en mi posición de que tocarse no es algo malo en ningún caso. Si sientes la necesidad hazlo y no te sientas culpable después, porque realmente siendo algo que haces, principalmente, en la soledad; no hieres a nadie.

Y cuando digo nadie es nadie, no hieres ni a tu novia, ni a tu familia, ni a Dios, ni a ti mismo.

Trivia: La palabra masturbarse viene del latín manus y strupare, es decir, estropearse o deshonrarse a uno mismo con la mano. Pero ya sabemos quien ha manejado siempre el latín, no? : D

viernes, 10 de septiembre de 2010

Declaración de intenciones

Bienvenidos a LCLLCLM, que suponemos que se puede leer como "elecelleceleme" y son las iniciales de Lucha Contra La Lucha Contra La Masturbación.

La versión corta de la historia es que este blog nace como referente en contra de los movimientos antipajas, motivado principalmente por el descubrimiento de Lucha Contra La Masturbación y la Pornografía, el blog de un chaval joven y confuso que no tiene el valor de contarle a nadie de su entorno que está peleando contra sí mismo y contra su ineludible necesidad de llevar a cabo un acto totalmente natural; masturbarse como un mandril.

Los varios autores de este blog (que le sacamos a nuestro amigo el Adolescente Luchador entre 3 y 15 años) queremos sencillamente dar nuestra opinión. Unas veces será desde un punto de vista humorístico, otras científico, otras cultural. Unas veces será rapidillo y otras con calma, otras a dos manos, algunas con el truco de sentarte encima de la mano un rato antes de escribir el artículo, pero siempre con una idea común en la cabeza; aunque respetamos todas las creencias, opinamos que masturbarse no es malo, y que un comentario diciendo FAP FAP FAP o HAHAHA GREENSHINES no constituyen una defensa adecuada del noble arte de hacerse pajas.

Si estás intentando dejar de hacerte pajas, nosotros somos la otra versión. Si eres una persona madura y razonable, al menos nos leerás.

Bonus: Nuestras chicas son chicas de verdad.