viernes, 8 de octubre de 2010

El origen del onanismo

Estoy aquí para rectificar una injusticia, y una mala denominación.

Como todos ustedes sabrán, una de los sinónimos de masturbación es la palabra onanismo. Onanismo se origina en Onán, (en hebreo, "fuerte"), hijo de Judá, que tuvo que hacerse cargo de la mujer de su hermano, y, como por cuestiones de leyes y sexo, o de leyes en el sexo, o de sexo legal, y de que alguien dijera Jehová, pues como que no quería dejar preñada a su cuñada-mujer, ya que serían considerados hijos de su hermano, y se dedicó a darle a la marcha atrás, es decir, a sacarla antes de terminar y a correrse fuera, un método anticonceptivo tan eficaz y fiable como las promesas de un político en campaña electoral.

"Y Onán derramó su semen en tierra"

Aparte de la cuestión de, joder, Onán, tío, coge un puto clínex y no seas guarro, que luego eso hay que limpiarlo, por esto mismo (y seguramente por una mala interpretación de las Escrituras), se consideraba como ejemplo de masturbación, y a partir de la Edad Media se conoció a la práctica del autoamor como "El pecado de Onán". Y de ahí el onanismo.

Cuando en realidad, según lo relatado, habría que decir que los onanistas son todos estos alegres muchachos (católicos en muchos casos) defensores de la marcha atrás (que recordemos, en el pasaje es contra eso contra lo que se habla), como un curioso método de salvaguardar una pintoresca doble moral.

Lo que es, es.

Y para no amargaros el día, os dejo con un precioso número musical de los Monty Python, inspirado por esto mismo.

Disfruten ustedes del día.

1 comentario:

  1. Pues sí. Todo está equivocado. Las pajas son buenas, y la marcha atrás es mala porque lo dice Dios. Para algo con sentido que dice la Biblia, van los curas y lo joden.

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